jueves, 7 de mayo de 2009

El linyera y su perro


Dedicado a esas personas , sin hogar q solo tienen a un perro a quien amar.
Ese perro que le va a ser fiel hasta sus ultimos dias.

Amanece lentamente
tras una gélida noche
y el sonido de algun coche
sacude el silencio ambiente
Comienza a surcar la gente
rumbo a sus ocupaciones
desde los muchos rincones
los perros se desperezan
y los rayos del sol empiezan
a iluminar los balcones.
Poco a poco cada esquina
Con su ritmo cobra vida
Entre voces y corridas
Y estridencia de bocinas
Viajan almas sumergidas
en su mundo de rutina.

Solamente hay un umbral
A donde el sol no ha llegado
Entre diarios cobijado
Y a su lado un animal
Yace el cuerpo congelado
De un indigente social
muchas horas pasaran
Antes que el indiferente
Peregrinar de la gente
Se percate que allí están
Un cadáver y su can
Que apostado a su costado
Parece hubiera velado
El sueño de su patrón
Con la misma devoción
Que en vida lo ha acompañado
Su flaco cuerpo ha encrespado
Como diciendo a la gente
Que de su amo solamente
Muerto será separado.

La policía ha llegado
y a intentado vanamente
sortear la hilera de dientes
que se interpone a su paso
Si pareciera que acaso
el famélico animal
intentara en el final
de su desgraciado amigo
una bala policial
que terminara consigo
Finalmente doblegaron
al can, sin hacerle daño
y hubo un sentimiento extraño
en quienes lo dominaron.
Quizás hasta se avergonzaron
de sentir que el perro aquel
era más noble y más fiel
de lo que jamás pensaron
pues solo cuando rezaron
un responso por su alma
el perro encontró la calma
y solo así se lo llevaron

La sombra, empieza a ganar
lo alto de las cornisas
vuelve el sonido y la prisa
para llegar al hogar.
Comienzan a regresar
A sus mundos y a sus vidas
Y la ciudad sigue erguida
Cual grotesco monumento
Y la noche, en un momento
Se adueña de la partida
Y en el centro, hay un umbral
Cubierto por unos diarios
que es testigo del calvario
de un indigente social.
Pero al fin..todo da igual
La noche sigue avanzando
Y todo se va olvidando
Con el ansiado reposo.

Solo aquel perro sarnoso
Sigue como un escudero
Custodiando aquel agujero
Cual si esperara a su amigo
Mientras la noche es testigo
De su aullido lastimero.